El físico suizo Raoul Pierre-Pictet, obtuvo por primera vez oxígeno líquido con el uso de un aparato dividido en tres secciones: la primera en donde se bombea y evapora dióxido de sulfuro en un circuito cerrado, la segunda a consecuencia de la temperatura alcanzada en la primera sección, se licua y evapora el dióxido de carbono, y finalmente en la tercera, el oxígeno gaseoso preparado en el aparato, se libera hacia una cámara sometida a una presión de cientos de atmósferas, mediante una boquilla y en este punto es donde se produce la licuefacción instantánea del oxígeno. Este logro fue comunicado por Pierre-Pictet a la Academia de Ciencias de París a través de un telegrama enviado desde Ginebra.