El químico sueco Carl Wilhelm Scheele, le envía una comunicación al también investigador Antonine Lavoisier, en donde le informa su descubrimiento del elemento químico oxígeno (O). Lamentablemente, su descubrimiento nunca fue reconocido, y se le otorgó el descubrimiento del oxígeno a otro investigador Joseph Priestly, quien realizó la publicación del hallazgo primero que Scheele. Durante su vida como investigador, no solo no le reconocieron el descubrimiento del oxígeno, sino que también sin darse cuenta descubrió otros elementos como el bario, manganeso, cloro y el molibdeno. Todos ellos fueron atribuidos a Humphrey Davy y Peter Jacob Hjelm. Por tal razón, Isaac Asimov le dio el apodo de Mala suerte Scheele.