La agricultura actualmente tiene bastantes retos complicados, la necesidad de tener rendimientos elevados para cubrir la demanda por alimentos que día a día se va acrecentando ha provocado una explotación que no es ecológicamente sostenible.
El principal método para tener altos rendimientos es el monocultivo intensivo, el cual ha demostrado que a largo plazo paga una elevada factura. Los principales problemas que provocan este método de cultivo son:
– Los suelos pierden su fertilidad rápidamente, provocando incluso la desertificación.
– Las plagas y enfermedades amplían su capacidad destructiva en gran medida, ya que se encuentran en un medio óptimo para desarrollarse.

Para hacer frente a estos problemas la opción más sencilla ha sido el uso de agroquímicos, productos sintéticos que al ser incorporados en los alimentos han demostrado que son capaces de provocar graves enfermedades ya que un consumo sistemático de tales alimentos provoca una acumulación paulatinamente elevada de tóxicos en nuestro organismo. Entonces la agricultura tiene que producir elevadas cantidades de alimentos (para una población que cada vez va en aumento) sin provocar toxicidad en nuestro organismo, cuidando de la sostenibilidad del medio ambiente y obteniendo, además, un producto de calidad que no esté afectado por plagas y enfermedades.

campo de cultivos transgenicos

¿Cómo cumplir un desafío de tal envergadura? Al estudiar la naturaleza, esta presenta un equilibrio perfecto donde cada planta, animal, microorganismo, insecto, etc., tiene un lugar y una función determinada donde todo se encuentra en armonía; es como una especie de inteligencia que mantiene todo en equilibrio.
Cuando el equilibrio se ve amenazado la «inteligencia» de la naturaleza reacciona para solucionar los problemas que causan el desequilibrio. Es por este motivo que vemos un sinnúmero de desastres naturales como inundaciones, cambios en la temperatura y el clima.

En la medida que nos suscribamos a las reglas de esta “Inteligencia de la Naturaleza” vamos a lograr encajar con éxito en este medio ambiente que nos parece tan hostil. Por ejemplo en vez de tratar de solucionar un problema de plagas con productos sintéticos podemos estudiar qué hace la naturaleza para controlar esa plaga. A pesar de tener que producir grandes cantidades de alimentos debemos encontrar soluciones que apunten a la sostenibilidad a largo plazo.
La Biotecnología aplicada a la agricultura en cierto grado va engranando de manera inteligente en la solución de los retos ya descritos. La biotecnología aplicada a la agricultura es una herramienta que “utiliza organismos vivos o sustancias obtenidas de esos organismos para crear o modificar un producto con fines prácticos”.
El fitomejoramiento a través de la biotecnología utiliza principios elementales como la supervivencia del más apto que es un enunciado propuesto en la teoría evolutiva de Charles Darwin y los principios mendelianos de la herencia biológica descubiertos por Gregor Johann Mendel. Se obtiene de esta manera material genético que va originar plantas con características deseables para una producción de calidad con elevados rendimientos y resistentes a plagas y enfermedades.
Seleccionando los genes que otorgan estas características deseables se realizan cruzas para obtener individuos aptos que van a ser replicados a través de la clonación vegetal; esta práctica llamada «Cultivo de Tejidos” está ampliamente difundida en la tierra, es una tecnología que está disponible incluso en países del tercer mundo.

Otra tecnología usada para el fitomejoramiento es la utilización de productos transgénicos, se trata de introducir un gen que otorga características deseables de una especie a otra, por ejemplo se ha introducido el gen de un pez a una variedad de papa para aumentar la resistencia al frío de dicha variedad de papa.
La utilización de tecnología transgénica ha hecho posible la obtención de rendimientos sumamente elevados en la producción de alimentos, aunque es una tecnología cuestionada porque no se saben las posibles consecuencias del consumo de dichos alimentos.

Para el control de plagas, a través de la biotecnología aplicada a la agricultura se obtienen biopesticidas que tienen un origen biológico, son organismos vivos o sustancias sintetizadas a través de ellos. Son productos que no contaminan el medio ambiente ya que son biodegradables. Tienen un alto grado de especificidad por lo que sólo atacan a las plagas que son su objetivo y no afectan a otros organismos que son beneficiosos. Tampoco contaminan los alimentos que van a ser ingeridos por los humanos. Otra ventaja importante es que pueden llegar a ser más baratos que los pesticidas químicos cuando son producidos localmente.
Las desventajas de los biopesticidas son que actúan de forma más lenta en detrimento de su efectividad frente a los plaguicidas químicos pero están ganando importancia al incorporarse en un programa de rotación con los pesticidas sintéticos.
Los biofertilizantes son productos elaborados a partir de un proceso biológico y su función es la de aportar nutrientes a las especies vegetales comerciales, permitiendo la acumulación de ellos sin alterar la capacidad de sustentar vida vegetal del suelo, además que ayuda a mejorar la calidad del suelo estableciendo un medio microbiológico natural. Los abonos orgánicos provienen de humanos, animales, restos de alimentos vegetales, restos de cultivos y otras fuentes de origen orgánico y natural.
Queda por sentado las ventajas que tienen los biofertilizantes frente a los fertilizantes químicos. Los biofertilizantes entran perfectamente en la lógica de la “Inteligencia de la Naturaleza” antes mencionada ya que permite la continuidad de los ciclos biológicos naturales que han existido desde siempre en el ecosistema.
Un aspecto importante a tomar en cuenta dentro la biotecnología aplicada a la agricultura es el aspecto económico. El agricultor para lograr beneficios de sus cultivos necesita invertir en ellos. Aparte del duro trabajo que conlleva esta actividad se debe comprar semillas, equipos, combustible e insumos agrícolas como los plaguicidas y fertilizantes. Utilizando la biotecnología generalmente se reducen en gran medida los costos de producción y aumentan los beneficios por los altos rendimientos que se obtienen.
Como ejemplo un estudio de caso del gobierno filipino ha constatado que un agricultor que utiliza biofertilizante puede lograr un ahorro de hasta 50% en la compra de este insumo que si utilizara un fertilizante químico.
Otro ejemplo es el uso de semillas mejoradas, que si bien pueden tener mayor costo, al utilizarlas se obtienen rendimientos altamente superiores además que no necesitan el uso de plaguicidas en la medida que se utilizan con el uso de semillas normales.

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