13 de Mayo, 2015.

El mes de marzo pasado, la medición de dióxido de carbono superó por primera vez en la historia los 400 ppm, de acuerdo a información suministrada por la oficina de Administración Oceánica y Atmosférica Nacional de Estados Unidos (NOAA). Este alto nivel en la concentración de dióxido de carbono solo se había medido en algunos sitios del Ártico  durante el año 2012 y en el Observatorio Mauna Loa en Hawai, durante el año 2013.

En opinión del científico Pieter Tans quien trabaja con la oficina de Administración Oceánica y Atmosférica Nacional de Estados Unidos (NOAA), la quema de combustibles fósiles ha sido la responsable del aumento del dióxido de carbono presente en la atmósfera en más de 120 ppm, a consecuencia de la actividad industrial y que la mitad de ese aumento se estima ha venido ocurriendo desde 1980.

Sin embargo, de acuerdo a información de la Agencia Internacional de Energía, las emisiones globales de CO2 provenientes del sector energético se mantuvieron estables entre 2013 y 2014, aumentando la concentración de CO2 en un promedio de 2,25 ppm al año, siendo este el nivel más alto registrado en tres años consecutivos según la ONAA. Una explicación de este aumento, puede estar en la disminución de la cantidad de CO2 que absorbe la biósfera de la Tierra, aunado al constante incremento en la producción de este gas.

Esto implica, la urgencia de coordinar una acción internacional para frenar la aceleración del cambio climático, cuyas consecuencias podrían ser devastadoras, acción esta que debe realizarse de forma inmediata, porque ya se está agotando el tiempo

En opinión de James Butler Director de la División Global de Monitoreo de la NOAA, resultará difícil revertir el aumento de gases que ocasionen el efecto invernadero, si no se eliminan al menos el 80% de las emisiones a producto de la quema de combustibles fósiles, y aunque se tomen medidas adicionales para disminuir la emisión de CO2 a la atmósfera,  el proceso de reducción será muy lento aun cuando se tomen las medidas necesarias del caso.

Es por ello, que si el calentamiento de la Tierra no es considerado como una razón suficiente para promover la reducción de las emisiones de CO2, debe tenerse en cuenta que este produce la acidificación de los océanos, siendo estos uno de los factores determinantes del clima del planeta y un atenuante del cambio climático, ya los efectos de la acidificación se han comenzado a sentir y entre las consecuencias para los organismos marinos pueden mencionarse un menor índice de supervivencia, crecimiento y desarrollo y por ende menor biodiversidad.